En primer lugar, ¿qué carajo pinta la foto de Scott Ian en la portada -y en el correspondiente artículo de Anthrax- cuando el entrevistado es Charlie Benante? Disponer de un archivo de imágenes en condiciones es prioritario en una publicación, aunque ya sabemos todos que el aspecto gráfico no es uno de los puntos fuertes del Popu...
Seguidamente, el apartado de noticias debería tener en cuenta los desfases existentes entre unas zonas y otras del Estado en cuanto a distribución; más que nada porque provoca que el anuncio de la gira de Social Distortion -que tuvo lugar, recordemos, entre los días 4 y 6 del mes en curso- sea irrelevante para quien no ha podido comprar la revista con tiempo de antelación (y no ha podido porque la susodicha no ha llegado a su localidad, ojo).
En tercer lugar, en la sección de reseñas de conciertos sigue sin indicarse la fecha completa en la que tuvo lugar el bolo. Habrá a quien le importe un comino algo así, pero no soy el único que echa en falta este dato.
Otro aspecto irritante es la sensación de oportunismo que se desprende últimamente de la revista. Lo digo por Lamb Of God, una banda que ha tenido que esperar a convertirse en un peso pesado dentro del Metal para que se le preste un mínimo de atención. Y bueno, lo de dedicarles portada a Mastodon en el #427 fue de un subirse al carro que dio vergüenza. Muy poca visión artística y mucho ojo comercial tiene la familia Martín, me parece a mí.
Una constante por estas fechas es dedicar una o dos páginas para ponernos al corriente de los festivales que se avecinan. Kobeta Sonik, Metalway,... Lo considero excesivo. Quien está interesado en acudir a esta clase de eventos ya dispone de otros canales para estar al tanto. Con una columna de texto, a lo sumo a media página, ya se puede dar uno en los dientes.
La publicación de la entrevista a Jess Franco, en mi opinión, podría haber esperado una temporada. El pasado mes ya se nos agobió más de la cuenta con la charla que mantuvo The Man con un directorcillo en ciernes (supongo que amigo suyo), por lo que el cupo de espacio dedicado al cine español ya quedó cubierto para todo el año. Pero es que, además, ¿qué coño les ha dado ahora con el cine patrio? Nunca han tenido ni una palabra amable, y de repente, zas, dos de golpe. Espero que no se convierta en una sección fija, porque de aquí a nada veremos desfilar por sus páginas a Álex De La Iglesia (otro que anda perdidísimo).
Y para acabar, y aunque sólo sea por tocar los güevos, a la entrevista a Iggy le ha faltado un completo artículo adicional en el que se repase concienzudamente toda su discografía en solitario (un aspecto éste, el de las discografías comentadas, que tienen muy, pero que muy abandonado en los últimos tiempos).
Y ya está bien por hoy. El próximo mes, más.