The Man's house= la casa de César Martín

Siguiendo las enseñanzas de Hola, Lecturas, 10 Minutos, Semana e Interviu en materia de grandes reportajes de interés público, Wild Bunch Rodeo se inviste de periodismo serio y te invita a conocer la casa de uno de los iconos de la prensa musical nacional. Lógicamente, la falta de medios y (sobretodo) de contactos nos ha impedido colarnos por las buenas; y, por descontado, nuestro respeto absoluto por la propiedad privada nos ha frenado para llevar a cabo un allanamiento de morada, sueño húmedo de todo stalker que se precie. Así que, con el fin de paliar esos obstáculos y alcanzar nuestro objetivo, hemos recurrido a una entrevista publicada en el fanzine 2000 Maníacos (concretamente en su número 30, y que en este enlace puedes descargar) para realizar esta intrusión domiciliaria completamente legal.

Para los despistados, aclarar que el entrevistador, Mr. CNN (aka Senén Armengol Casas), además de colaborador habitual del fanzine valenciano también es redactor a tiempo parcial de Popular 1, y que la entrevistada, Rachel Arieff, stand up comedian oriunda de Milwaukee (USA) y afincada en Barcelona (Spain), es la mujercita de nuestro héroe, ese iconoclasta llamado César Martín, The Man para los más íntimos. Hechas las presentaciones, entramos en materia.



Fijando la vista detrás de la señora Arieff se confirma lo que ha dicho en repetidas ocasiones su marido: que el orden no es su fuerte. Esos discos compactos, amontonados de cualquier forma, así lo corroboran. Aunque, para desorden, el que puede verse en la siguiente instantánea...



Como diría mi madre: "¡esto parece un muladar, tío guarro!". No es para menos. Cualquiera pensaría que estamos ante un caso agudo de Síndrome de Diógenes. Revistas apiladas, cachivaches, fundas de vinilos (con vinilos dentro, suponemos, que The Man tiene muchos amigos rateros), cintas de VHS desparramadas por doquier... Montañas y montañas de basura que más de uno -yo incluído- mataría por almacenarla en un trastero alquilado. Aunque, lo que más me llama la atención, aparte del muñeco de Ultraman, es el saco de boxeo que cuelga en segundo plano. ¿Será una pieza de merchandising de "Toro salvaje" o un artefacto para aliviar las tensiones diarias de la oficina? Se admiten apuestas.



Aunque, para ambiguo, este troquel a tamaño natural de Marilyn Monroe, una pieza que creo recordar sirvió de atrezzo en una sesión fotográfica con Turbonegro aparecida hace unos años en la revista. Por cierto, la frase chorra de Rachel no la hemos puesto nosotros.



Otro fetiche que conocerán bien quienes leyeron el Especial Popular 1 #156 es esta cortina de ducha de El Rey. Como recordarás, César escribió dicho Especial con motivo de su viaje junto a papá Jose Luis (nada que ver con el teclista de EL&P) a Memphis, donde adquirió esta pieza ultra-kitsch de menaje en una de las tiendas de souvenirs que rodean Graceland. Imposible resistirse a darse un remojón, eh.



Ya para acabar, y a falta de una foto del dormitorio, pondremos punto final a este recorrido por el hogar de los Martín con una instantánea de la cocina, otra de esas estancias que dicen mucho de la personalidad, gustos y hábitos de sus moradores. Para empezar, y a la vista del reducido espacio del cubículo, se puede deducir que nuestro protagonista es una persona de gustos sencillos, con pocas o nulas ambiciones a nivel material y capaz de desenvolverse con soltura en un ambiente de estrecheces y dificultades. Por otro lado, si se echa un vistazo al ángulo izquierdo de la imagen (en lo que parece la nevera), puede distinguirse un adhesivo de la portada del "Dynasty" de KISS, y justo a su lado, sobre el fregadero, unas cuantas fotos de pin-ups y de James Dean en "Rebelde sin causa", de lo que se desprende que el sujeto tiene una marcada personalidad mitómana reacia a abandonar los iconos que marcaron su infancia y adolescencia. Por último, y a la vista del estado en que se encuentra el cubo de basura, completamente rebosante de latas vacías y envoltorios de alimentos precocinados, concluiremos que, además de llevar una dieta desequilibrada proclive a ocasionarle alopecia y obesidad a muy corto plazo, a nuestro hombre (y al parecer a su compañera sentimental) no le gusta ocuparse de las tareas domésticas más básicas. Lo que sí parece gustarle es la cerveza Coronita (apréciese el casco vacío que hay a la derecha).

Por hoy ya está bien. En un futuro seguiremos alimentando el mito con nuevos (y posiblemente falsos) datos. Próxima frontera: las procelosas aguas de su psique. Estate atento.